Hoy 3 de enero si os da, que no lo creo, por dar un paseo de madrugada por la zona de Anduva y el Albergue, os encontraréis, a partir de las tres de la madrugada, con personas de las que que no debéis tener ningún temor, pues son buena gente. Podéis preguntarles qué hacen a esas horas y con ese frio. Os responderán que están haciendo cola para intentar obtener habitaciones para los músicos de su Cuadrilla. Este día en concreto nos acercábamos a 1 o 2 grados de temperatura.
Aproximadamente catorce personas
estaban a las 7:30, y otras ocho o diez
fueron llegando posteriormente. Ni que decir tiene, que estos últimos ya no
tuvieron posibilidad de cumplir el deseo o la necesidad de todas estas personas
que, pasando frio, intentan hacer una inmensa labor a su Cuadrilla y a la
Cofradía. Unos saben que lo han conseguido, pero otros, a pesar de su madrugón
y estar a la intemperie a tan bajas
temperaturas, deben comunicar a sus Cuadrillas que no están seguros si van a
tener alojamiento para la Charanga y que hay que preparar alternativas.
Finalmente los menos madrugadores o con más respeto al frio comunicarán que hay
que buscar alojamientos, posiblemente fuera de nuestra Ciudad.
No te vas a encontrar pasando
frio a las Cuadrillas numerosas en numero ( no digo grandes, porque grande se
hace uno por méritos no por cantidad). Alguna si te encuentras con un número
más que suficiente para no estar ahí, pero cada uno sabe, o no, lo que hace y
el porqué. A este tipo de Cuadrillas, si finalmente no consiguen alojamiento, únicamente
les supone regular algo menos de bebida o conseguir un alterne algo más
económico para cerrar sus cuentas. No así en las que por necesidad real van a
pasar frio y a hacer cola.
La mayoría de los que están ahí,
es por necesidad. Necesidad de ser y comportarse como Cuadrilla Sanjuanera. ¿ Y
esto en que consiste?.
En quedar con tus amigos de cada
año, disponer de tu buena Charanga al menos dos días, no faltar a la ofrenda de
tu patrón, animar las calles con la pancarta bien extendida, comer en confraternidad
contando ya viejas historias y anécdotas de los ya muchos años de existencia,
desfilar, aún sabiendo que no vas a conseguir el siempre ansiado ( más antes
que ahora) primer premio, tener representación en la misa en el monte de
nuestro Santo verdadero, preparar y disfrutar de una comida propia, invitando a
todo el que entre en nuestra trabajada ubicación en el monte donde nadie debe
sentirse extraño y, después de una tarde-noche de cánticos y bailes de todo
tipo y estilo, realizar una bajada jubilosa para entrar a Miranda siendo
ejemplo del "alegre bajamos".
¡Que sencillo es todo y que fácil
pasar dos-tres días de una manera sana y feliz!.
Detrás de esta sencillez para
todas las Cuadrillas, pero en mayor medida en aquellas con menor número de componentes,
se encuentra siempre el trabajo desconocido en muchos casos, de compañeros y
cofrades, que posibilitan la existencia de las 70 Cuadrillas Sanjuaneras y por
tanto de este estilo de fiesta que tenemos, única pero mejorable.
Hay que valorar, empezando por la
Cofradía como coordinadora de todos los elementos de la Fiesta, y entre estos
elementos Las Cuadrillas, la labor metódica y previsora de las Cuadrillas, la
mayoría, históricas, que con menos ingresos obtienen semejantes servicios a los que ofrecen las de mayor número de componentes y,
sobre todo, cumplen con lo que una Cuadrilla debe cumplir : Su presencia, uno y
otro año, en los actos tradicionales y esenciales de la Fiesta Sanjuanera. Este
es el verdadero mérito y valor de una Cuadrilla, y de ahí el ser grande,
verdaderamente GRANDE.