Aquí os dejo una posible carta que todos debiéramos hacer llegar a la Cofradía, como manera de expresar que nos gusta, que no y con todo ello mejorar nuestras fiestas.
Sr. Presidente:
Como viene siendo habitual le escribo dando la opinión sobre nuestras queridas fiestas, siempre con la idea de mejora y aceptando que nadie ve las fiestas al 100%, que no todos los actos los conozco y que se puede percibir de distinta manera un mismo hecho; al fin y al cabo la “realidad” de una fiesta vivida, no deja de ser la “sensación” que se tiene de la fiesta.
Antes de empezar si manifestar que de manera repetitiva, se llevan unos años de múltiples quejas del festival de la Morcilla, por claras "trampas“que se hacen y no se quieren ver. Sin que sea un acto que me ilusione si pienso que la fiesta no debe ir discutida con el orden y las reglas. El año pasado se participó por parte de esta Cuadrilla y no nos quedaron ganas de volver por la misma razón y queja de este año. Por lo que suelen manifestar los que van, tiene tendencia las mismas peñas a repetir siempre el “salto de normas”.
Mención aparte merecen los ochotes, en cuanto a la labor positiva que se está haciendo, potenciando la afición en los colegios. Con las dudas propias de si de uno deriva lo otro, es decir si de ochote en colegio pasará el mismo muchacho a ochote en Cuadrilla, hay que abrir vías, aunque sean de dudosa llegada, pues sin camino no se llega a puerto.
Ya centrándonos en la fiesta, me parece oportuno que la fiesta se centre en sus días. Los programas amplios en actividades pero que no tenían que ver con la fiesta, han quedado atrás pues nada interesante aportaban. La fiesta concentrada en estos tres, ya cuatro días, le da intensidad. Siempre he pensado que un San Juan de una semana, disminuiría la vivencia de la fiesta. En este sentido y, como interrogante, sin calificación negativa ni positiva, pudiera ser interesante plantearse la idoneidad de la comida del blusa, que de seguir debiera ser del socio. La comida surge en un momento y en un acto determinado, pero no debe tenerse como una obligación. ¿Quinientos asistentes son significativos?. No lo digo por el coste, pues con la aportación de los Chachis quedará en unas cantidades fácilmente asumibles, por eso digo si no merecería reflexionar algo sobre este acto, sin valorarlo ni positivo ni negativo. Otro acto que, en mi opinión, debe ponerse en cuestión es el acto largo, repetitivo y monotono de la imposición de pañuelos al Sanjuanero ausente. El único sanjuanero ausente es el difunto, el mirandés sanjuanero viene y está en la fiesta. El canto del himno está bien, pero ese intercambio de detalles y demás pierde su sentido. Este año se da la circunstancia que se han dado pañuelos a mirandeses o mirandillas que viven todo el año entre nosotros ????. Lanzo la idea que las charangas aprendan el himno, como han aprendido el del Mirandés, se toque y cante, se aplauda y se inicie la marcha de Cuadrillas.
Si ya nos centramos en la fiesta, cada día tiene una participación concreta, así el SABADO a la mañana con el desfile txiki es un día de niños, abuelos y familia. Pudiera ser necesario, para más vistosidad, que una parte del recorrido sea realizado sólo por los niños, pensando en un circuito donde al niño se le pueda dejar y recoger, con un encargado o dos por Cuadrilla. El sábado a la tarde el bombazo es un tiempo de jóvenes, adolescentes y jóvenes maduros. La multitud de personas, que deja pequeña a la plaza no favorece la implicación a cierta edad. Debe controlarse y evitarse la presencia de cristales. Si hace años había que esquivar botellas, ahora esquivas o pisas cristales. La plaza entera es un residuo de cristales. El lanzamiento de alguna botella al aire daba temor.
Aunque sea un acto central parece insuficiente para la presencia de personas foráneas. La alternativa de tomar bebida en bares repletos no abarca el deseo de muchos colectivos de visitantes, Un desfile de cuadrillas puede que sea incompatible con el beber después del bombazo, quizás un paseíllo de charangas o un concurso de charangas puede llenar un horario entre las 20 y 22 horas, que pueda atraer a visitantes.
El DOMINGO es el día por antonomasia del visitante, la concentración de cuadrillas, no muchas, en la plaza de España, los actos religiosos, origen de la fiesta, las 70 charangas por la Ciudad , la uniformidad completa de cuadrillas, alpargata incluida, la blusa puesta. Da un aire multicolor posíblemente único en el estado. Sin duda es el día del visitante, algo exclusivo que junto al desfile diferencia esta fiesta. Hay cientos de romerías en Castilla y León y miles en España, pero las 70 charangas, la calle de la Estación, Parque...al mediodía o el desfile es único, es lo realmente único de esta fiesta, por tanto debe mimarse, cuidarse, potenciarse y exigirse, esto si es realmente de interés turístico nacional.
El magno desfile necesita conceptos más claros en cuanto a que se quiere de él, dejado ya el recorrido que está claro debe ser en línea y en zona central (parte de San Agustín y Calle de la Estación), a veces la originalidad ronda lo chabacano, lo desconocido ronda con la estupidez y lo diferente limita con lo fuera de lugar. Deberá concretarse si, por ejemplo ponerse peluca o ir con pantalones cortos es original, diferenciador o fuera de lugar.
El magno desfile necesita conceptos más claros en cuanto a que se quiere de él, dejado ya el recorrido que está claro debe ser en línea y en zona central (parte de San Agustín y Calle de la Estación), a veces la originalidad ronda lo chabacano, lo desconocido ronda con la estupidez y lo diferente limita con lo fuera de lugar. Deberá concretarse si, por ejemplo ponerse peluca o ir con pantalones cortos es original, diferenciador o fuera de lugar.
Debe mencionarse que la práctica totalidad, no todas ni todos de todas las Cuadrillas desfilan con la blusa puesta, pude ver que según iba llegando la hora de iniciar el movimiento en le desfile, las cuadrillas se iban colocando la blusa. A ver si lo conseguimos con las alpargatas. (NOTA: Pensaba que la mayoría de las Cuadrillas desfilaban con la blusa, pero viendo las fotos de la pagina web de la cofradía se ve que aún hay muchos que no se ponen la blusa...lastima).
Como en todo hay un pero, y el pero del domingo está en las horas entre comida y desfile. El fútbol como persona de Miranda, si es oficial, puede atraer, pero al visitante me es difícil entender su interés... Sigo echando de menos “el punto de encuentro “la carpa de la Cofradía, aunque me imagino que sería difícil de entender y asimilar por el gremio de hosteleros de la Ciudad. Los toros como alternativa al fútbol, es algo que no debe quedarse en el olvido, pues insisto, el domingo es el día del visitante.
El lunes lo valoramos como el día grande, pero es para el mirandés. Debe reconocerse que el forastero visitante tiene dos problemas o más. Uno ¿cómo bajar?, pues a las 5 se acaban los autobuses y apenas se ha acabado de comer. Dos ¿dónde comer? En tiempo bueno el monte es grande, aunque alergias aparte cada vez menos.
El lunes me reafirmo cada vez más que es el día menos turístico, es lunes, no hay mucha opción de comer....Pongámonos un momento en el lugar del visitante que sube a ver como es la fiesta. Puede ser el DIA del visitante acompañado de algún mirandés que está o conoce a alguien en la cuadrilla, tomará alguna bebida, hasta algún pincho, oirá música y bajará como pueda. Si es una familia el problema se complica más. No es un día que les llame la atención ni que les sea fácil. Hay que darle la posibilidad de dar una vuelta al monte, de visitarle, de favorecer puestos de comida y de bajar. Con autobuses que finalizan a las 17 horas no se permite esta visita.
En esta apartado debo mencionar, una vez más, el olvido que se tiene hacia los mayores. Los "jóvenes" que en los 60 y 70 levantaron la fiesta, época cuando “salir en una Cuadrilla” era un esfuerzo personal, familiar y de implicación, desde esposa a madres y abuelas; esfuerzo económico, donde construir era “agenciar”material de FEFASA, RENFE, REPOSA u otros sitios. Hoy salir es un tema económico, que no un esfuerzo, pues se contrata la realización de casetas, se utiliza la maquinaria para desmontar, el catering, se paga la instalación de la piedra, se hacen casetas sin mesas...etc...va unido a una posibilidad económica, no necesariamente a un esfuerzo ni implicación. Pues bien, a estos sanjuaneros no se les facilita vivir la romería. La eliminación de vehículos en la Laguna, ubicación de las Cuadrillas más veteranos, el último viaje en autobús a las 17 horas les impide este momento.
Como en todo hay un pero, y el pero del domingo está en las horas entre comida y desfile. El fútbol como persona de Miranda, si es oficial, puede atraer, pero al visitante me es difícil entender su interés... Sigo echando de menos “el punto de encuentro “la carpa de la Cofradía, aunque me imagino que sería difícil de entender y asimilar por el gremio de hosteleros de la Ciudad. Los toros como alternativa al fútbol, es algo que no debe quedarse en el olvido, pues insisto, el domingo es el día del visitante.
El lunes lo valoramos como el día grande, pero es para el mirandés. Debe reconocerse que el forastero visitante tiene dos problemas o más. Uno ¿cómo bajar?, pues a las 5 se acaban los autobuses y apenas se ha acabado de comer. Dos ¿dónde comer? En tiempo bueno el monte es grande, aunque alergias aparte cada vez menos.
El lunes me reafirmo cada vez más que es el día menos turístico, es lunes, no hay mucha opción de comer....Pongámonos un momento en el lugar del visitante que sube a ver como es la fiesta. Puede ser el DIA del visitante acompañado de algún mirandés que está o conoce a alguien en la cuadrilla, tomará alguna bebida, hasta algún pincho, oirá música y bajará como pueda. Si es una familia el problema se complica más. No es un día que les llame la atención ni que les sea fácil. Hay que darle la posibilidad de dar una vuelta al monte, de visitarle, de favorecer puestos de comida y de bajar. Con autobuses que finalizan a las 17 horas no se permite esta visita.
En esta apartado debo mencionar, una vez más, el olvido que se tiene hacia los mayores. Los "jóvenes" que en los 60 y 70 levantaron la fiesta, época cuando “salir en una Cuadrilla” era un esfuerzo personal, familiar y de implicación, desde esposa a madres y abuelas; esfuerzo económico, donde construir era “agenciar”material de FEFASA, RENFE, REPOSA u otros sitios. Hoy salir es un tema económico, que no un esfuerzo, pues se contrata la realización de casetas, se utiliza la maquinaria para desmontar, el catering, se paga la instalación de la piedra, se hacen casetas sin mesas...etc...va unido a una posibilidad económica, no necesariamente a un esfuerzo ni implicación. Pues bien, a estos sanjuaneros no se les facilita vivir la romería. La eliminación de vehículos en la Laguna, ubicación de las Cuadrillas más veteranos, el último viaje en autobús a las 17 horas les impide este momento.
La fiesta es de todos y para todos, no debe olvidarse nunca.
Sin más, un saludo
Sin más, un saludo